Rafael llegó a los Estados Unidos con nada más que un sueño: un sueño de poder ayudar a la familia que dejó en México. Rafael es el mayor de nueve. Cuando Rafael llegó a los EE. UU. con solo 16 años, tomó cualquier trabajo que se le presentara, desde jardinería, construcción, techado, etc. ¡Si había un trabajo, lo tomó! Si no sabía hacerlo lo aprendía rápido, hasta que un día consiguió trabajo como lavaplatos. Su primer día de trabajo transformó por completo su estación de trabajo. Cuando su jefe vio lo que había logrado en un día, automáticamente lo subió a un busser y fue entonces cuando comenzó su amor por el negocio de los restaurantes. Rafael se fijó metas para sí mismo desde el principio, siempre trabajando duro para asegurarse de que cumpliría esas metas y sin esperar nunca que las cosas se pusieran en su camino. Sabía que sería difícil, ¡pero estaba listo para el desafío! Rafael pasó a trabajar para una gran cadena de alimentos, donde trabajó durante unos 15 años, ascendiendo de mesero a mesero y los últimos años en un puesto gerencial. Rafael se aseguró de aprender todo lo que pudiera para poder utilizar ese conocimiento cuando algún día abriera su propio negocio. Así que aquí estamos en el círculo completo con su primer conjunto de objetivos cumplidos:

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1.) Rafael ayudó a llevar al último de sus hermanos a la escuela y

tiene dos hermosos hijos, Sabrina y Jonathan.

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2.) Construyó una casa en México y compró un terreno que pertenecía a su abuelo. Y por último pero no menos importante...

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3.) Abrió su propio negocio.

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¡Si te tomaste el tiempo de leer esto, quiero agradecerte por ayudar a hacer realidad el sueño de Rafael! ¡Bienvenidos a Cocina Medina!